por Fernando García Suárez
El “eustrés” o estrés necesario y positivo nos permite pensar, sentir y actuar para adaptarnos a los continuos cambios que la vida nos propone. El “distrés” es el estrés que sobrepasa los límites del organismo y termina erigiéndose en la causa de desequilibrios orgánicos que terminan manifestándose en enfermedades.
El origen y la función del estrés

En circunstancias extremas, como cuando perdemos el trabajo o alguien cercano se pone muy enfermo, nuestra mente se pone en alerta y genera cortisona y adrenalina.
La función de estas sustancias es generar las condiciones para realizar un esfuerzo extra; preparar al cuerpo ante la “batalla” que se avecina.
Este estrés “agudo” que dura poco tiempo y es muy intenso no debe preocuparnos mucho.
Estamos preparados para soportar períodos limitados de máxima intensidad, tanto física como emocional, gracias a los mecanismos de tolerancia al estrés que se activan en nuestro cuerpo y que compensan el sobresfuerzo.
Las fases del estrés
El estrés tiene 3 fases fisiológicas bien diferenciadas:

1. Fase de alarma: respiración entrecortada y/o acelerada, aumento de la frecuencia de las contracciones cardíacas (taquicardia y aumento de la presión arterial) y tensión muscular.
Estos síntomas son provocados por la liberación de adrenalina y cortisol.
El cuerpo se prepara para un efecto inmediato, para una reacción rápida de ataque o huida para enfrentar el peligro.
Se produce un consumo enorme de energía.

2. Fase de Resistencia: si el estrés continúa más tiempo el cuerpo genera hormonas glucocorticoides para garantizar el poder mantener las funciones del corazón y los músculos.
Esta fase se denomina fase de tolerancia al estrés y prepara al cuerpo ante situaciones en las que el estrés se prolonga.
Esta “tolerancia” al estrés evita que nuestro organismo tenga peligro de agotamiento extremo e incluso de muerte.
3. Fase de Agotamiento: cuando el estrés es intenso y mantenido, los mecanismos de tolerancia se agotan y existe el peligro de un colapso orgánico.

Las reservas físicas y psíquicas se gastan y el cuerpo y la mente ceden para evitar un colapso o accidente que afecte a la vida.
El estrés como problema de salud
Nuestro estilo de vida moderno conlleva mucha exigencia a la hora de cumplir las expectativas de los demás.
La exigencia nos lleva a vivir en tensión por una preocupación excesiva por lo que pensamos, decimos y hacemos.
Hemos de cumplir excelentemente con nuestro trabajo; hemos de ser personas ejemplares.
Y si no cumplimos con lo que se espera de nosotros generamos ansiedad (estrés) que se refleja en tensiones musculares y pérdida de la capacidad de dormir tranquilos.
En 1936, Hans Seyle, fisiólogo y médico astro húngaro naturalizado canadiense describió una serie de síntomas similares que tenían las personas enfermas como Síndrome de Adaptación General (GAS).
También llamado estrés, este síndrome definía una serie de síntomas psicofisiológicos que no corresponden a la enfermedad que sufre la persona, sino a la ansiedad por estar enferma.
El problema del estrés consiste en un mecanismo sutil y difícil de percibir. Este “estado mental” de alerta conlleva un estado químico en el cuerpo.
El estrés mantenido en el tiempo es el que termina suponiendo un verdadero problema para nuestra salud. El “estrés crónico” al que llamamos ansiedad es el que termina convirtiéndose en un “estilo de vida”…
… y este es el verdadero problema del estrés
Los indicadores del estrés

La taquicardia, una respiración superficial poco eficiente, problemas de estómago, tensión muscular y dolores de cabeza son signos que nos indican que estamos bajo los efectos de este síndrome del estrés.
El temor, la desconfianza y la inseguridad generan un terreno psico-emocional adecuado para que el estrés crezca.
Aparecen entonces los excesos compulsivos, la intranquilidad incluso manifestada en los músculos con temblores y calambres.
Cometemos más equivocaciones y es el momento en el que aumenta el riesgo de sufrir accidentes por confusión y despiste al bajar la concentración.
Al mismo tiempo el descanso pierde calidad y nos volvemos más irritables. Y cogemos más infecciones ya que el cortisol disminuye nuestras defensas.

Este es el camino que lleva a generar un terreno propicio para que un gran número de enfermedades arraiguen en nuestro organismo agotado y ya con pocas defensas.
¿Cuáles son las soluciones?
Si los síntomas son intensos pueden suponer una amenaza y conviene ponerse en manos de especialistas para evitar riesgos mayores.
Si los síntomas son leves podemos aprender técnicas de respiración y relajación cuyos efectos han quedado demostrados a lo largo de múltiples investigaciones.
Ejercicios de Yoga integral como el que aplica el sistema de FisiomYoga pueden prevenir y aliviar los síntomas indicadores del estrés.
Generar un nuevo estilo de vida
“La solución al problema del estrés cuando se ha convertido en un estilo de vida es, lógicamente, cambiar el estilo de vida”-Dice Fernando García, Farmacéutico, Naturópata y Experto en Gestión Emocional-.
Sin duda uno de los factores que puede sumar más estrés a nuestro estilo de vida es internet… pero…. También es una oportunidad para acceder a soluciones novedosas a las que hasta ahora no teníamos acceso.
“El Arte De Crear Tu Vida” no es sólo una frase bonita sino un Taller Online que dispone de todas las herramientas necesarias para generar un estilo de vida saludable.

Efectivamente, una de las mayores dificultades para ejercer estos cambios es la cantidad de recursos en tiempo y en dinero que se requieren para “reaprender” un nuevo estilo de vida.
“La ventaja de esta novedosa forma de docencia es que podemos disponer de la información y prácticas, en entretenidos vídeos , desde que obtenemos el taller y para toda nuestra vida”-nos comenta Fernando García-
“Es como tener una guía práctica que nos enseña de manera muy sencilla e incluso entretenida, cuáles son las claves para “rehacer” nuestro estilo de vida y por qué son importantes para nuestro bienestar y nuestra salud”.
Internet nos puede provocar más estrés y también nos trae soluciones novedosas y creativas para facilitarnos mucho el acceso a un estilo de vida saludable.

“El estrés viene de fuera y se genera dentro. Pero aumentar nuestra tolerancia al estrés que viene de fuera y evitar generar estrés desde dentro, es únicamente la responsabilidad de cada uno de nosotros”
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