Hola!
Si estás leyendo este artículo quizás eres de esas personas a las que no gustan las extensiones (a mí me solía suceder) o de esas otras que las aman y desea saber para qué sirven.
Empecemos por definir primero qué es una extensión. Una extensión en yoga, poniéndolo muy fácil, es aquella postura en la que voy o miro “hacia arriba y hacia atrás” (extensión activa), a diferencia de una flexión en la que me inclino hacia delante.
Aquí van algunas ilustraciones que sirven como aclaración visual.
Extensiones
Flexiones
Debido entre otras cosas a la ley de la gravedad, nuestros discos vertebrales se ven comprimidos cuando estamos de pie (bipedestación) y a partir de los 25 años vemos cómo esos discos van perdiendo agua y se deshidratan.
Imaginemos ahora que nuestros discos intervertebrales fueran como una bayeta de cocina: cuando nos flexionamos (hacia delante) o nos sentamos mal (cómo el chico que está trabajando en el sofá) “estrujamos” y quitamos el agua de nuestros discos y sólo somos capaces de devolverle ese agua «perdida», al irnos a dormir o haciendo extensiones.
Es decir cuando flexiono mi espalda (sobre todo espalda baja y cuello), desalojo agua de mis discos; cuando extiendo, les añado agua.
Dado que el agua es uno de los mayores componentes de nuestros discos. ¿Qué piensas qué es mejor hacer en yoga: flexionar o extender?
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